¿Qué sabes del apio? Conocido principalmente por ser un alimento de caloría negativa y por su uso en medicina natural, este es un principal en nuestros jugos debido a que, como puedes imaginar, su composición es mucho más de lo que aparenta.
¿Quieres conocer las propiedades, beneficios y curiosidades del apio? ¡Te animamos a que conozcas más de él y lo utilices en tu cocina!
¿Qué es el apio?
Apio o Apium graveolens es un vegetal apiáceo o umbelífero propio de toda la zona mediterránea pero que desde hace muchísimos siglos se ha utilizado a lo largo y ancho del globo. Las condiciones para su crecimiento son pocas pero específicas, siendo necesario un espacio pantanoso, muy húmedo.
Este alimento es de color verde claro, siendo su parte característica los tallos, muy estriados y vetados. Estos terminan en hojas acuñadas y forman pencas, de manera similar a una lechuga romana en este aspecto. Su sabor suele ser algo dulce, aunque esta es una característica artificial, fruto del blanqueo de los tallos que se realiza durante su cultivo. De su total, la parte comestible corresponde a un 65%.
Su cultivo es bianual, de manera que damos con él todo el año, si bien es cierto que las piezas de otoño e invierno son de mejor calidad.
En cuanto a las formas de tomarlo, puedes picarlo para tomarlo crudo en ensalada, cocerlo para hacer una guarnición de verdura y hortaliza, aderezar unos tallos limpios con limón o licuarlos con más vegetales para tomar un jugo ultracompleto.
Propiedades y beneficios del apio; ¿qué nos aporta?
En general, podemos decir que este es un alimento carminativo, diurético, tranquilizante y depurativo. Si bien, queremos explicarte en qué nos basamos para decir todo esto mostrándote, uno a uno, cuáles son sus beneficios.
Valor nutricional
Atención porque comenzamos fuerte conociendo que aporta menos de 15 calorías por cada 100 gramos de alimentos en crudo. Parte de “culpa” la tiene su gran porcentaje de agua, que se encuentra en torno al 95% de la parte comestible. Además, el 5% restante corresponde a proteína (1.3g), fibra (1.8g), vitaminas, minerales y otros. Los hidratos de carbono son sólo 1.3g a los 100 y los lípidos, un inapreciable 0.2g.
En cuanto a las vitaminas y minerales presentes, damos, principalmente, con mucho folato, vitamina C, vitamina A, vitamina E y niacina, calcio, sodio, potasio, fósforo y magnesio. En menores cantidades encontramos también tiamina, riboflavina, vitamina B6, selenio, hierro y zinc.
Una precaución que debemos tener con esta hortaliza, a pesar de ser muy beneficiosa en muchos aspectos (que veremos a continuación) es su consumo por personas con problemas graves de riñón. Cuenta con una alta cantidad de oxalatos, que son unas sales de eliminación lenta y, además, poco solubles, lo que hacen que el riñón haga un sobreesfuerzo.
Un buen consejo para reducir estas sales es cocer el alimento, de manera que todos podamos disfrutar de él en mayor o menor medida.
Presión sanguínea
Sus semillas contienen ftalidas, que son reductoras del estrés en sangre, relajando y expandiendo las arterias. Estas ayudan a reducir la hipertensión si se toman de manera continuada y en pequeñas dosis.
Damos con un compuesto, el 3-n butyl phthalide, que reduce la presión sanguínea gracias a su capacidad para hacer que se relajen los músculos de los vasos sanguíneos.
También tenemos que los ácidos metanólico, hexanoico y acuoso-etanólico son capaces de reducir la inflamación del sistema sanguíneo, mejorando la circulación del líquido y, con ello, su presión.
Colesterol
El mismo compuesto 3-n butyl también reduce el colesterol por el mismo moivo.
Además, en el apio encontramos cumarinos, adelgazantes de la sangre.
Finalmente, damos con omega, que también ayuda a regular el colesterol malo.
Renovador de tejidos
En este aspecto nos encontramos con que los flavonoides nos ayudan a renovar la materia de nuestro tejido conjuntivo y articular. Además, es apio es un potente combatiente contra el ácido úrico. Así, se hace especialmente indicado en el padecimiento de gota y artritis.
Hidratante y remineralizante
Su altísimo contenido en agua y su aporte en potasio hacen de este alimento un habitual en bebidas para reponernos en el gimnasio.
Adelgazante
De nuevo su altísima cantidad de agua y sus poquísimas calorías lo hacen un ideal como alimento para adelgazar. De hecho, existe el mito de que es un alimento de valor negativo porque se supone que nuestro sistema digestivo consume más calorías en digerirlo de las que el producto en sí nos aporta, aunque esto no es cierto.
Su capacidad para facilitar la digestión, para facilitar la suelta de gases y su propiedad diurética acentúan su efecto adelgazante.
Antiinflamatorio
Los polisacaridos y antioxidantes (pasando la docena) con que cuenta lo hacen un estupendo antiinflamatorio, aunque esta no es una de sus propiedades más destacables.
Con ello, vemos que supone un alivio ante problemas como artritis, enfermedades coronarias y del corazón, cánceres…
Antibacteriano
Sus semillas también se utilizan para combatir ciertas bacterias malignas, siendo capaces de reducir la proliferación de estas.
Si, además, aplicamos el extracto de semilla en heridas, daremos con una muy buena opción para evitar la infección y ayudar a cicatrizar.
Producto médico
Finalmente, tenemos que decir que su uso ha sido médico, tal cual, durante siglos.
A menudo a un alimento se le da valor, además de por ser equilibrado y rico en nutrientes, por su aporte calórico. Sin embargo, te encantará saber que, el apio, a pesar de tener poquísimas calorías, siempre ha sido muy bien considerado, siendo de hecho, usado frecuentemente en la medicina tradicional china, sobre todo para tratar las infestaciones intestinales parasitarias.
Curiosamente, también resulta ser protagonista de la medicina ayurvética, utilizándose para paliar los síntomas de la artritis, el dolor menstrual y, en general, para el tratamiento de las enfermedades de hígado.
Más en Occidente, concretamente en Grecia, el zumo de apio era considerado un elixir para devolver la vitalidad y recomponer a los deportistas de alto impacto.