En esta ocasión queremos darte a conocer cuáles son las propiedades (y, con ellas, los beneficios) de los ajetes, considerados superalimentos de temporada. Sólo así descubrirás todo lo que este alimento puede hacer por ti si lo incorporas en tu dieta.
¿Qué es el ajete?
El ajete es un liláceo, al igual que lo son el puerro o la cebolla. Se trata de la planta del ajo cuando esta es todavía joven, recogiéndose en los meses de invierno y hasta comenzar la primavera. Su temporada en el mercado va de abril a junio.
Gran parte de la plantación de ajete corresponde a Asia, donde es uno de los productos verdes más exportados. Aun así, encontramos plantaciones de este a lo largo y ancho del planeta.
Su procedencia es realmente desconocida, teniendo la idea, sin poder confirmar, de considerarlo propio de Siberia, aunque sí sabemos que se trata de un alimento de siglos y siglos de antigüedad.
También tenemos constancia de la importancia que se le daba en cultura como la romana, la griega y la egipcia, en las que este se utilizaba incluso con medicamento. Del mismo modo, en la Edad Media era utilizado para protegerse de la peste y otras epidemias e incluso remediarlas.
Curiosamente, la clase alta del siglo XVII lo empezó a rechazar debido a su olor y este pasó a ser un alimento para los pobres.
En cuanto a sus características, tenemos un vegetal alargado con un bulbo blanquecino o amoratado (este sería la cabeza de ajos común, pero sin desarrollar) y unas hojas verdes de gran tersura. Su sabor es fuerte, parecido al del ajo pero, eso sí, mucho más suave que el de este.
Beneficios de los ajetes; ¿qué nos aportan?
En cuanto a lo que puede aportarnos, lo cierto es que es bastante, especialmente si consideramos su valor nutricional; podríamos decir que el ajete da mucho por muy poco.
Valor nutricional
Comencemos por mostrarte qué valor nutricional tiene este alimento.
En cuando al nivel de energía, este es un producto de top bajo en calorías, contando con tan sólo 29 kilocalorías por cada 100 gramos.
Ello es comprensible si consideramos que su nivel de hidratos de carbono es ínfimo, de un 3.2%, no contando con azúcares y contando únicamente con un 0.2% de grasas, las cuales no son saturadas.
El otro nutriente a considerar es la proteína que, a pesar de no ser abundante, su presencia es más que considerable si tenemos en cuenta que hablamos de un vegetal de bajísimo aporte calórico. En este caso, damos con 2.1 gramos de proteína por cada 100 gramos de ajetes.
En efecto, has leído bien. Sólo un pelín más de un 5% del ajete se conforma por macronutrientes; ¡así sí se explican esas poquitas calorías!
Eso sí, no pienses que por ser acalórico no aporta nada a nuestro organismo. Vemos que, además de lo anterior, también cuenta con micronutrientes.
En cuanto a minerales, tenemos sodio, y calcio. Sin embargo, los que verdaderamente destacan son el hierro, el fósforo y el potasio, incluyéndose, en cada porción de 100 gramos de ajetes. De estos encontramos 1.2, 134 y 446 mg, lo que supone un aporte diario del 15, el 19.1 y el 22.3% recomendado respectivamente.
Finalmente, encontramos presencia de vitaminas B1, C y B3, aunque esta última no supone una cantidad significativa para cubrir ni el 1% de la cantidad que necesitamos cada día. La B1 y la C, por su parte, sí nos dan un 13.3 y un 15.6% de la cantidad diaria recomendada.
Reductores de problemas circulatorios
Un consumo abundante de este alimento va a hacer que nuestro vasos sanguíneos se dilaten. Esto se traduce en una mayor facilidad para que la sangre fluya, un incremento del torrente y una reducción del colesterol. También, por supuesto, disminuye la presión, lo que supone que la circulación mejore.
Digestivos
Los ajetes también son buenos para hacer trabajar el aparato digestivo. Comprobamos que al comerlos se produce una estimulación de las mucosas del sistema. Ello supone que nuestras secreciones, incluida la bilis, aumenten, lo que hace que el tracto digestivo esté más preparado y protegido. Así, las digestiones son más fáciles y todos los alimentos se consiguen absorber de manera más eficiente.
Tratamiento y preventivos de las afecciones del aparato respiratorio
El ajete es bastante efectivo tanto como preventivo como tratamiento contra las bacterias que atacan nuestro aparato respiratorio. Además, al ser un buen antiséptico se vuelve ideal en el caso de los resfriados.
Desintoxicantes
Por último, tenemos que destacar que este es un alimento que desintoxica nuestro organismo de diversas maneras. Ello se debe a que facilita la expulsión de toxinas, pero también de metales y hasta de parásitos y medicamentos, lo que los convierte en un depurativo especialmente adecuado para nuestro hígado, que es el que se encarga de muchas de estas retenciones negativas hasta el punto, de hecho, de no poder, siquiera, procesarlas.
Adelgazantes
Tanto su nula composición en grasa como la ínfima cantidad de hidratos y sus poquísimas calorías hacen del ajete un alimento que se puede tomar en abundancia en dietas de adelgazamiento.
Además, su capacidad de desintoxicación y la facilidad para realizar la digestión también son beneficios que nos van a ayudar a adelgazar.
Lo mejor de todo es que los ajetes se pueden comer en cuantiosas maneras, desde crudos a modo de snack hasta en batidos desintoxicantes pasando por una sana guarnición a la plancha para una carne roja. Así, no tendrás excusa para comerlos, si lo deseas, a diario.