Uno de los ingredientes de nuestros zumos que más gusta es el açaí o acai. Este es un pequeño fruto con unas propiedades que lo convierten en lo que conocemos como superalimento, más bien en superfruta en este caso. ¡Vamos a ver qué es exactamente y cuáles son los cuantiosos beneficios del açaí que pueden ayudarnos!
¿Qué es el açaí?
El açaí, también conocido como acai es el fruto de la palmera de azai o palma manaca, de la familia areceae. Proviene de Sudamérica y su uso en alimentación tiene ya más de un milenio, siendo de gran importancia en la dieta de los oriundos de la zona amazónica, llegando a ser el alimento principal en mucho casos.
Este fruto, de tipo baya, es dulce (hay quien le encuentra similitud con el sabor del chocolate), de pequeño tamaño, redondo, de color amoratado, con una gran semilla al centro, muy similar a la cereza o al arándano. Se trata de un fruto muy carnoso pero con un alto contenido en agua al mismo tiempo.
Es especialmente conocida por la altísima concentración de antioxidantes que encontramos en su tan pequeño volumen. Esto hace que se considere al açaí, de hecho, como una “superfruta”, teniendo una demanda cada vez más alta en la actualidad.
Lo puede tomar el jugos de frutas y hortalizas, crudo en macedonias y ensaladas, horneado en tartas, batido en helado…
Propiedades y Beneficios del açaí; ¿qué nos aporta?
Pasemos ahora a conocer su valor nutricional, que, como ya hemos adelantado, es altísimo y ver cómo se traduce este en cuanto a beneficios para nuestro organismo.
Valor nutricional
Comencemos por indicar que es un fruto muy rico en agua, con entre 85 y 90 gramos a los 100. Esto hace que, irremediablemente, hablemos de un alimento muy poco calórico, del orden de 45 kcal.
Tenemos 11 gramos de carbohidratos de los que 10.5 corresponden a azúcares naturales. En cuanto a fibra, hablamos de un contenido altísimo, pudiendo llegar, según la forma de consumo del fruto, al 40%.
Este es riquísimo en fibra, encontrándola tanto soluble como no soluble.
El acai tiene un alto contenido en grasas saludables, similares a las que tiene el aceite de oliva, destacando el ácido oleico omega 9. Damos también con ácido palmítico y ácidos esenciales como el ácido linoleico.
De las proteínas podemos decir que su presencia es bastante alta si consideramos su aporte en comparación al que ofrecen otras frutas carnosas. La mayor parte de estas corresponde a aminoácidos, de manera que resultan de alto interés, pues pueden ser utilizados para funciones muy diversas.
Los micronutrientes que más presencia tienen en esta baya son la vitamina B, con especial mención a la tiamina, la vitamina E, la vitamina C y minerales como el potasio, el zinc, el manganeso, el cobre y el cromo.
Es energético
Parte de este beneficio del açaí viene dada, como hemos visto, por el aporte en aminoácidos, haciendo que esta fruta sea altamente reconstituyente y, a menudo, el punto dulce de los deportistas.
Del mismo modo, los oligoelementos como el cobre o el cromo nos ayudan a reminalizarnos, siendo ideal como ingrediente para jugos para tomar durante la actividad física.
A esto le sumamos los carbohidratos y damos con un alimento que también aporta resistencia.
Es antioxidante
La alta presencia de fitoquímicos como los taninos, los polifenoles y las antocianinas, hace que el poder antioxidante del fruto sea bastante alto, tal y como ocurre con los demás frutos rojos, protegiéndonos de los llamados radicales libres. También ayuda a ello la gran cantidad de zinc que tiene.
Reduce la producción de células cancerígenas
Los polifenoles son capaces de disminuir el riesgo de aparición de cánceres diversos a la vez que destruyen las células cancerígenas de primer nivel. El ácido elágico es promovedor de la muerte celular de estas con la capacidad de no atacar las sanas.
Favorece la pérdida de peso
Su contenido en agua, fibra, proteína y potasio es todo un combo a la hora de conseguir los efectos deseados en una dieta de adelgazamiento: ingerir pocas calorías, hidratarse, saciarse y miccionar.
Cura las heridas
Sus propiedades antiinflamatorias, antiinfecciosas y antihemorrágica hacen que sea el prescrito habitual al recibir el alta tras una operación. Evidentemente, estas propiedades no quedan sólo ahí, siendo igualmente válidas actuando frente a cualquier herida o si hemos sufrido un golpe.
Mejora el sistema inmunitario
Este se ve reforzado por el ácido elágico, que es especialmente adecuado para defendernos de virus y bacterias.
Esta fruta también impide lo que se conoce como supresión antiinmune además de equilibrar la acción de los linfocitos.
Trabaja en la salud cardiovascular
El omega 9 es especialmente adecuado para este menester y ayuda a regular la absorción del resto de grasas. Encontramos antocianinas, que trabajan en la mejora de la circulación sanguínea y previenen la arterioclerosis, y ácidos grasos, fibra y fitoesteroles que favorecen la salud cardiovascular en general.
Nutre el sistema nervioso
La vitamina B1, de la que no se habla a menudo, es muy necesaria para nuestro organismo porque ayuda a trabajar desde la raíz, nutriendo el sistema nervioso, esencial para mantener a raya patologías graves como los trastornos nerviosos y favorecer aspectos como la memoria o la concentración.
Conclusión
Por todo la anterior, podemos concluir que este es un fruto apto para cualquier edad, especialmente indicado para prevenir y tratar enfermedades específicas como las que hemos mencionado, para deportistas, personas que estén estudiando, quien desee bajar de peso y, en definitiva, para todo aquel que quiera disfrutar de una dieta altamente equilibrada.