Gracias a su aporte de proteínas las algas favorecen la eliminación de grasa y la formación de masa muscular. Al introducirlas en tu dieta estarás cuidando de tu salud.
El aumento de personas vegetarianas y veganas, junto con la investigación de los cocineros vanguardistas, han supuesto la introducción de las algas en nuestros platos.
Las ventajas que presentan son infinitas, pero podemos centrarnos en dos:
- Por un lado, son muy sabrosas.
- Por otro, constituyen una fuente proteica increíble.
Las algas contienen vitamina A,C, D, E, B1, B2, fósforo, potasio, hierro, yodo, fibra, sodio y..¡mucho calcio! De hecho las algas tienen hasta 10 veces más calcio que la leche.
Son muy saludables y tienen propiedades antivíricas, antiinflamatorias y inmunomoduladoras, por lo tanto, fortalecen el sistema inmune y previenen numerosas enfermedades.
Comprarlas no es tan difícil como puede parecer. Hoy están disponible en la mayoría de tiendas especializadas en nutrición, así como en herbolarios.
Las encontrarás frescas, deshidratadas, en polvo o en conserva. No obstante, te recomendamos que tengas algunas precauciones. No todas las algas pueden integrarse en nuestros menús. Asimismo, existen unas más adecuadas para determinados ámbitos que otras. Por ello, queremos enseñarte las más recomendables, con el objetivo de que experimentes con ingredientes suculentos y saludables.
5 algas para cocinar e introducir en tu dieta
1. Lechuga de mar
Podemos definir su sabor como “un bocado de mar”. Como decíamos anteriormente, es rica en proteínas. Además, contiene vitamina A, C y fibra. Esto las convierte en un elemento ideal para recetas con fines de pérdida de peso. Eliminarás las toxinas con mucha facilidad gracias a ella, y tendrás la oportunidad de convertir la grasa en músculo con mucha más agilidad. En cuanto a su uso, es muy versátil. Puedes tomarla en ensalada, guisos, revueltos… Cabe casi en cualquier tipo de plato.
2. Kombu o Hadai
Su nombre ya nos da una pista de dónde usarla. Estamos hablando de algas para cocinar comida japonesa, coreana y taiwanesa. Podrás adquirirlas en todas las formas mencionadas arriba. Es muy útil para sorprender a nuestros comensales, porque su sabor ahumado no se espera en un producto procedente del mar. Su gran volumen de yodo es un instrumento ideal para estabilizar la tensión arterial. Además, acelera el metabolismo, ya que dinamiza la actividad de la glándula tiroidea.
3. Ramallo de mar
Estas algas para cocinar son mucho más esponjosas y fáciles de consumir. Lo mejor es incorporarlas a la ensalada o para aromatizar guarniciones y vinagretas.
4. Espagueti de mar
Se llaman así porque son muy carnosas, lo que recuerda a la textura de la pasta. Por otra parte, es inevitable pensar en las judías verdes cuando la muerdes. Su uso en aperitivos se ha extendido de manera considerable, ya que tienen entidad suficiente para comerla por sí sola. No obstante, también dan muy buen resultado si se incluyen en el relleno de la croqueta o en guarniciones.
5. Wakame
De nuevo, nos encontramos con un alga muy original. A pesar de su origen marino, tiende al dulzor. Si te gusta el tofu, en Japón se combinan con mucha frecuencia. Asimismo, su inclusión en la sopa de miso es muy habitual. Te recomendamos que midas muy bien las cantidades, ya que al cocinarlas, aumentan de tamaño.
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